Un diagnóstico de coronavirus 229E, NL63, OC43 o HKU1 no es lo mismo que un diagnóstico de COVID-19. Los pacientes con COVID-19 serán evaluados y atendidos de manera diferente a los pacientes con un diagnóstico de coronavirus común.
Muchas de las pruebas para diagnosticar el COVID-19 han recibido una Autorización de Uso de Emergencia (AUE) de administraciones internacionales. Todas estas pruebas de diagnóstico identifican al virus en muestras del sistema respiratorio, como hisopados nasofaríngeos. Tenga en cuenta que por el momento no se ha autorizado el uso de ningún tipo de prueba en el hogar. Todas las pruebas deben realizarse en un sitio de pruebas previamnte definido por las autoridades sanitarias.
Por el momento no existe evidencia de que tomar ibuprofeno o naproxeno pueda agravar la infección por COVID-19. Las personas con hipertensión deben tomar sus medicamentos para la presión arterial según las indicaciones y estar en contacto con su proveedor de atención médica para garantizar que su presión arterial se mantenga tan controlada como sea posible. Solo su proveedor de atención médica puede modificar los medicamentos que debe tomar.
Si corre mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, debe hacer lo siguiente:
Si hay un brote en su comunidad, permanezca en su casa todo el tiempo que sea posible. Esté atento a los síntomas y signos de emergencia. Si se enferma, quédese en su casa y llame al médico. Hay más información sobre cómo prepararse, qué hacer en caso de enfermarse y cómo las comunidades y las personas encargadas de los cuidados pueden brindar apoyo a aquellas personas que corren mayor riesgo.
El COVID-19 es una enfermedad nueva y se cuenta con información limitada acerca de los factores de riesgo de enfermarse gravemente. Con base en la información disponible actualmente y la experiencia clínica, los adultos mayores y las personas de cualquier edad que tienen afecciones subyacentes graves podrían tener un mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19.
Con base en lo que sabemos ahora, quienes tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente con el COVID-19 son:
Las personas de todas las edades con afecciones subyacentes, en especial si no están bien controladas, entre ellas:
Se cree que el virus que causa el COVID-19 se propaga principalmente de persona a persona, a través de las gotitas respiratorias producidas cuando una persona infectada tose o estornuda. Estas gotitas pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca o posiblemente ser inhaladas y llegar a los pulmones. La propagación se vuelve más probable cuando las personas están en contacto cercano entre sí (a una distancia de hasta aproximadamente 1,8 metros). El COVID-19 parece estar propagándose fácilmente y de manera continua en la comunidad ("propagación comunitaria") en muchas áreas geográficas afectadas. La propagación en la comunidad significa que las personas han sido infectadas por el virus en un área, incluidas algunas personas que no saben con certeza cómo ni dónde se infectaron.
El virus que causa el COVID-19 se está propagando de persona a persona. Se cree que las personas son más contagiosas cuando tienen síntomas (cuando están más enfermas). Es por eso que los CDC recomiendan que estos pacientes sean aislados en un hospital o en su hogar (dependiendo de la gravedad) hasta que estén mejor y ya no representen un riesgo de infección para los demás. En el último tiempo también se ha detectado el virus en personas asintomáticas. El tiempo durante el que una persona está activamente enferma puede variar, así que la decisión de cuándo permitirle a una persona salir del aislamiento se toma a través de una estrategia basada en pruebas o de una estrategia no basada en pruebas (es decir, el tiempo transcurrido desde que comenzó la enfermedad y el tiempo transcurrido desde la recuperación) tras consultar con los funcionarios de salud pública estatales y locales. La decisión implica analizar los datos específicos de cada situación, incluida la gravedad de la enfermedad, sus signos y síntomas y los resultados de las pruebas de laboratorio de ese paciente.
En general se cree que los coronavirus se propagan de persona a persona a través de las gotitas respiratorias. En la actualidad no existe evidencia que respalde la transmisión de COVID-19 asociada a los alimentos. Antes de preparar o comer sus alimentos, siempre es importante lavarse las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos, para garantizar la seguridad de los alimentos en general. Durante el día, use un pañuelo desechable para cubrirse al toser o estornudar, y lávese las manos después de sonar su nariz, toser o estornudar, o después de ir al baño. Podría ser posible que una persona contraiga el COVID-19 al tocar una superficie u objeto, como un recipiente de empaque, que tenga el virus y luego se toque la boca, la nariz o posiblemente los ojos, aunque no se cree que esta sea la principal forma en que se propaga el virus. Por lo general, como estos coronavirus sobreviven poco tiempo en las superficies, probablemente el riesgo de propagación a través de los alimentos y sus empaques sea bajo.
Por lo general, los coronavirus sobreviven por períodos más cortos a temperaturas más altas y con más humedad que en entornos más fríos y secos. No obstante, no tenemos datos directos acerca de este virus, ni tampoco tenemos datos directos sobre una temperatura límite para la inactivación en este momento. La temperatura necesaria también se basará en el material de la superficie, el entorno, etc. Independientemente de la temperatura, siga las directrices de limpieza y desinfección indicadas por las autoridades sanitarias..
Cree un plan de acción familiar para ayudar a proteger su salud y la de sus seres queridos si se produce un brote de COVID-19 en su comunidad:
Implemente medidas preventivas cotidianas para ayudar a reducir su riesgo de enfermarse, y recuérdele a cada integrante de su hogar que haga lo mismo. Estas medidas son de suma importancia para los adultos mayores y las personas con afecciones crónicas graves:
La mayoría de las personas que contraigan el COVID-19 podrán recuperarse en su hogar. Los CDC ofrecen indicaciones para quienes se estén recuperando en casa y para sus cuidadores, entre ellas:
Si presenta signos de advertencia de emergencia del COVID-19, busque atención médica de inmediato. Los signos de advertencia de emergencia incluyen*:
*Esta lista no incluye todo. Consulte a su proveedor de atención médica ante cualquier otro síntoma grave o que le preocupe.
Llame al 911 si tiene una emergencia médica: informe al operador que tiene, o cree que podría tener, COVID-19. De ser posible, colóquese una cubierta de tela para cara antes de que llegue el personal de servicios médicos.
Hable con la escuela o establecimiento acerca de su plan de operaciones de emergencia. Entienda el plan para continuar la educación y los servicios sociales (tales como los programas de alimentación para estudiantes) durante la suspensión de clases en la escuela. Si su hijo asiste a un instituto de formación profesional o universidad, pídale que se informe acerca del plan de la institución ante un brote de COVID-19.
Diseñe planes para afrontar posibles cambios en su lugar de trabajo. Hable con su empleador acerca de su plan de operaciones de emergencia, incluidas las políticas de licencias por enfermedad y las opciones de teletrabajo. Sepa cómo las empresas y los empleadores pueden planificar y responder ante el COVID-19.
El lavado de manos es una de las mejores maneras de protegerse y proteger a su familia de las enfermedades. Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de sonarse la nariz, toser o estornudar; después de ir al baño; y antes de comer o preparar los alimentos. Si no tiene agua y jabón, use un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Limpie y desinfecte las superficies que se tocan con frecuencia, como mesas, manijas de puertas, interruptores de luz, mesones, tiradores, escritorios, teléfonos, teclados, inodoros, grifos o llaves, lavamanos y lavaplatos. Si las superficies están sucias, límpielas con detergente o agua y jabón antes de desinfectarlas. Para desinfectar, la mayoría de los desinfectantes comunes para el hogar, funcionarán. Vea las recomendaciones para la limpieza y desinfección del hogar.
Se recomiendan lavarse las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos, o usar un desinfectante de manos a base de alcohol con al menos un 60 % de alcohol si no dispone de agua y jabón. Estas acciones son parte de las medidas preventivas diarias que las personas pueden tomar para desacelerar la propagación de enfermedades respiratorias como el COVID-19.
No se recomiendan la fabricación y el uso de desinfectante de manos hecho en casa debido a que es necesario saber usar correctamente los ingredientes y trabajar en un entorno estéril para elaborar el producto. Las industrias locales que deseen producir desinfectante de manos para contrarrestar la escasez comercial pueden consultar las directrices de la Organización Mundial de la Salud.